Gestión del cambio: algunas claves importantes

¿Qué es la gestión del cambio?

La gestión del cambio es parte fundamental de la vida de una organización. De hecho, es lo que le permite reinventarse, ajustarse y mejorar su desempeño, debido a que las organizaciones enfrentan retos cada vez más complicados para ajustarse a las nuevas formas de hacer negocios. La relación con los consumidores ha cambiado notablemente, así como los procesos de producción y las dinámicas de relación con la competencia. Por eso, en el momento en el que se descubre una oportunidad de mejora o cuando hay que enfrentar una situación adversa, desconocida para la organización, es importante considerar modificaciones en los sectores de la empresa que se vean involucrados.

Por consiguiente, la gestión del cambio es el proceso que acompaña, mide y desarrolla un cambio dentro de alguna o varias estructuras de una empresa y que va de la mano de múltiples variables. Éste tiene unos procesos definidos, que permiten no sólo encontrar los puntos susceptibles a modificaciones, sino también realizar el apropiado análisis de las posibles propuestas, el impacto que pueden tener en la organización, las acciones que deben tomarse y, finalmente, la evaluación y acompañamiento del proceso.

Aspectos a tener en cuenta en la gestión del cambio

La gestión del cambio debe planificarse de manera juiciosa; así como en cualquier escenario, el cambio puede representar un reto para muchos. Debido a ello, es normal encontrar resistencia a nuevas ideas y a la modificación de un orden establecido. Por eso es importante tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • En primer lugar, tome la decisión de comenzar el proceso de cambio. Si no se decide, es posible que su competencia lo supere y, peor aún, perderá la posibilidad de ampliar la capacidad (humana, productiva, etc.) de su empresa.
  • Abra espacios de participación para sensibilizar sobre el cambio. Al tener un mayor conocimiento sobre las inquietudes que existan, podrá tener mayor claridad en cuanto a cómo abordarlas y solucionarlas.
  • Defina medidas para tratar los riesgos potenciales. Todos los cambios producen situaciones que pueden generar efectos no deseados. Por lo tanto, es muy importante que el equipo de trabajo asignado defina metodologías para identificar estas fallas potenciales y establezca acciones para prevenir su ocurrencia, o mitigar su impacto, si llegasen a presentarse.
  • También, es importante que provea una capacitación adecuada que busque el desarrollo de competencias relacionadas con los nuevos objetivos de la compañía. Ya que, todos los nuevos procesos tendrán una nueva carga de conocimiento que debe ser reforzada para asegurar el éxito al implementar los cambios.
  • Genere una estrategia de comunicación en la que se aborden múltiples perspectivas sobre el impacto del cambio en la organización. Integre la información recolectada previamente, y establezca ideas claras y cercanas a su cultura organizacional.
  • Supervise y soporte los procesos. Seguramente surgirán modificaciones a las ideas ya presentadas, las cuales podrá recolectar de todos aquellos que estén involucrados en los procesos que se hayan modificado.

Para finalizar…

En conclusión, la gestión del cambio es un proceso de crecimiento, investigación y desarrollo continuo que siempre debe tenerse en cuenta. Es una labor que seguramente generará amplias satisfacciones, siempre y cuando se haga de manera consciente, realista y con la convicción de que le dará un valor agregado a su empresa.

Sin importar la prisa con la que se deban modificar las estructuras o procesos de la organización, una apropiada gestión siempre acompañará, organizará y velará por el desarrollo de los cambios en una organización.

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