Seguridad Basada en Valores

En este artículo aprenderás cómo orientar un Programa de Seguridad Basada en Valores para lograr comportamientos con resultados más efectivos.

Cuando escribimos el artículo Neurociencia: prevención de accidentes y enfermedades, explicamos de forma general cómo aplicar la neuro-prevención en los sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo, así como de la cultura de prevención. Por otra parte, en la conferencia del mismo tema, profundizamos al respecto (Observa el vídeo aquí). Ahora, hablaremos más en detalle acerca de un aspecto determinante dentro de la cultura. Se trata de los valores que determinan la propensión a cometer actos inseguros.

Qué son los valores

Valorar algo significa darle importancia. Cualquier cosa que te parezca querida puede ser considerada como un “valor”. No solamente hablamos de la ética o la moral, nos referimos a las cosas que son más importantes para ti en la vida.

Los valores pueden categorizarse en dos tipo: valores finales y valores intermedios.

Valores finales

Si te preguntara “¿Qué es lo que más valoras en la vida?”, tal vez tu respuesta sean cosas como el amor, la familia, el dinero, etc. En este caso, podríamos decir que lo que realmente buscas es amor. Este sería el valor final. La familia y el dinero serían formas de alcanzar ese estado emocional más importante que llamas amor.

Valores intermedios

Si te preguntara “¿Qué te da la familia?”, quizás contestarías “amor, seguridad y felicidad”. En este caso, lo que realmente buscas es el amor, la seguridad y la felicidad.

De igual manera podría suceder con el dinero. Si te hago la misma pregunta, tal vez contestarías “libertad, impacto, la habilidad para contribuir, sensación de seguridad”. En ese sentido, el dinero sería un medio para conseguir una serie de valores más profundos.

¿Haz caído alguna vez en esta trampa de perseguir los medios como si fueran el fin que buscas realmente? Para ser verdaderamente felices, debemos saber cuál es la diferencia y estar seguros de que perseguimos el fin.

Con relación a la prevención de riesgos, los valores son fundamentales para evitar accidentes y enfermedades.


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Valores hacia los que nos movemos

Todos los seres humanos nos movemos a estados que nos produzcan mayor placer y nos alejen del dolor. Los sentimientos más importantes que deseamos experimentar en la vida de forma regular, podrían resumirse en:

  1. Amor
  2. Éxito
  3. Libertad
  4. Intimidad
  5. Seguridad
  6. Aventura
  7. Poder
  8. Pasión
  9. Comodidad
  10. Salud

La escala y el orden podrían variar, pero lo cierto es que todos queremos algo de este listado. Además, todos deseamos aumentar la intensidad de estos valores.

Valores de los que quieres alejarte

Por otra parte, también existen otros valores de los cuales queremos alejarnos. Se trata de emociones que queremos evitar experimentar de forma insistente. Algunos de los más comunes son los siguientes:

  1. Rechazo
  2. Enfado
  3. Frustración
  4. Soledad
  5. Fracaso
  6. Humillación
  7. Culpa
  8. Vergüenza
  9. Miedo
  10. Depresión

Algo muy interesante del listado de valores que deseamos atraer y de aquellos que deseamos rechazar, es que de hecho, son estados de ánimo que pueden convertirse en emociones.

Cómo desarrollar un programa de seguridad basada en valores

La relación entre comportamientos y valores

Como ya lo hemos mencionado, la seguridad es un valor al que todos deseamos acercarnos, de una forma u otra. El problema consiste en que si existe otro valor por encima en el listado jerárquico de valores de un trabajador, éste tratará de ser coherente con su jerarquía y hará todo lo que esté a su alcance para acercarse más a estos, a pesar de que ello pueda inducir a comportamientos inseguros y eventualmente, a accidentes de trabajo o enfermedades laborales.

Por esta razón, para desarrollar un Programa de Seguridad Basado en Valores, hay varios aspectos claves que deben ser entendidos previamente.

En primer lugar, es importante reconocer que en un gran porcentaje de casos, los accidentes y enfermedades se presentan por comportamientos inseguros o poco saludables (Hay estadística que habla de un 88% asociado a comportamientos subestándar, 11% a condiciones subestándar y 1% al azar).

En segundo lugar, los programas de seguridad basada en comportamiento, solo llegan a intervenir aquello que es observable: el comportamiento.

En tercer lugar, la razón por la cual los seres humanos nos comportamos como lo hacemos, está relacionada con nuestras decisiones, nuestras emociones, nuestros pensamientos y aún más en el fondo, nuestros valores personales.

Por lo tanto, para reducir la ocurrencia de accidentes y enfermedades asociados a actos inseguros y poco saludables, las organizaciones deben facilitar el cambio en valores fundamentales de los colaboradores.

Fases del programa de seguridad basada en comportamiento

Es importante que la seguridad basada en valores no riñe con la seguridad basada en comportamientos. Se complementan entre sí. Por esta razón, es recomendable construir el programa sobre la estructura metodológica de la segunda, la cual se resume en:

  1. Identificar las tareas de alto riesgo en la organización
  2. Acordar los comportamientos seguros y saludables a seguir
  3. Entrenar los observadores de comportamiento
  4. “Calibrar” los observadores de comportamiento
  5. Realizar una medición de “línea basal”
  6. Retroalimentar a los colaboradores según lo observado
  7. Monitorear y realizar seguimiento de la modificación de comportamientos.

Cómo engranar la seguridad basada en valores

Existen varios puntos donde podría engranar la intervención entre los valores y los comportamientos. Una de las más críticas es la fase de “retroalimentación de trabajadores”. Cuando el observador se encuentre en ese punto, podría aplicar la siguiente metodología para potenciar el cambio de valores con el trabajador observado:

  1. Ayudar al trabajador a descubrir cuáles son sus valores actuales y anotarlos en orden de importancia.
  2. Formular la siguiente pregunta al trabajador: “¿Cómo tendrían que ser mis valores para alcanzar el destino que deseo y merezco? ¿Qué valores necesitaría añadir o eliminar?
  3. Cuando el trabajador haya clarificado su nueva lista de valores, formule la siguiente pregunta: ¿Qué palabras, estado anímico y postura serían coherentes con estos nuevos valores?
  4. Cuando tenga las respuestas, formule la siguiente pegunta al colaborador: ¿Qué comportamientos serían coherentes con las respuestas a la pregunta anterior?
  5. Por último, ayude al trabajador a asociar sus nuevos comportamientos desarrollando un anclaje que pueda repetir luego de alguna acción que ya sea común en su trabajo y le haga recordar las respuestas anteriormente anotadas. Por ejemplo, podría realizar chasquido de dedos, un aplauso fuerte, cerrar sus puños, asumir postura de super héroe, o cualquier otra que se repita, cada vez que el trabajador reciba su orden de trabajo o que suceda algo que sea común y cotidiano. Esto hará que sea más fácil asociar el nuevo hábito con otro anterior ya existente.

Hemos tratado de resumir un tema muy amplio dentro de este contenido. Sabemos que el tema es mucho más profundo de lo que pudimos describir aquí, sin embargo creemos que esta guía inicial te dará una idea general de qué es y cómo aplicar seguridad basada en valores.

Fuentes bibliográficas

  • Despertando al gigante interior. Un viaje de autodescubrimiento hacia la realización personal. Tony Robbins. 1991.
  • El poder de la autodisciplina. Martin Meadows. 2016.

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